¡NO a la violencia domestica!
«La violencia doméstica es la forma más antigua y extendida de violencia en el mundo»
Afirma la autora, ensayista y feminista Angela Davis. Desde hace mucho tiempo se ha aceptado como una parte inevitable del complejo entramado de las relaciones familiares en todas las culturas, incluida la cultura estadounidense dominante. Hoy en día, está surgiendo un creciente movimiento para romper esa mentalidad, incluso cuando los datos revelan que una de cada tres mujeres y uno de cada seis hombres en los Estados Unidos la han experimentado en algún momento de sus vidas.
La violencia domestica no es solo física, también se puede manifestar de manera verbal y emocional. La buena noticia es que nadie está solo y puede recibir ayuda.
La ley autoriza una variedad de servicios de apoyo, incluyendo la financiación para diferentes programas de violencia doméstica, brindando a las víctimas la opción de acudir a los tribunales en lugar del arbitraje obligatorio, y aumentando los servicios y el apoyo para los sobrevivientes de grupos minoritarios y marginados, incluyendo a los sobrevivientes de violencia doméstica dentro de la comunidad LGBTQ+.
Las estadísticas precisas sobre la violencia doméstica son difíciles de obtener. Mucha violencia doméstica ocurre entre parejas íntimas y a menudo no se denuncia.
Una parte de la nueva Ley de Violencia contra las Mujeres (VAWA, por sus siglas en inglés) incluye una disposición para Acción Civil por Compartir Imágenes No Consentidas, que brinda a los sobrevivientes la opción de acudir a los tribunales para recuperar daños monetarios y acceder a órdenes de protección.
La recomendación de los expertos es que denuncie cualquier manifestación de violencia pero sobre todo que busque ayuda ya que la mayoría de los casos de violencia pueden ser evitados.